El sistema sanitario estadounidense es uno de los mejores del mundo, pero también uno de los más caros, sobre todo porque no está respaldado por un seguro médico universal. Para hacer frente a sus gastos sanitarios, la mayoría de los ciudadanos y residentes en Estados Unidos sólo pueden recurrir a su seguro médico privado, que sea local o internacional.
¿Qué seguros de salud para los expatriados en Estados Unidos?
¿Cómo funciona el sistema de salud en Estados Unidos?
Estados Unidos no tiene un sistema de seguro médico universal. Mientras que la asistencia social da cobertura a los hogares desfavorecidos (Medicaid y Medicare), otros ciudadanos y residentes dependen de los seguros privados para acceder al sistema sanitario estadounidense:
que sea proporcionado por el empleador: las empresas con más de 50 empleados están obligadas a ofrecer un seguro a sus empleados que trabajan más de 30 horas a la semana;
que sea contratado individualmente: convertido en obligatorio por el Obamacare, el seguro individual vuelve a ser opcional desde 2019 (salvo en algunos estados que han decidido mantener esta obligación).
Conviene saber: cómo la cobertura ofrecida por los empresarios no siempre es suficiente, muchos trabajadores contratan un seguro médico individual complementario.
¿Cómo elegir un seguro médico privado en Estados Unidos: local o internacional?
Los seguros médicos estadounidenses se clasifican en 5 categorías, según el nivel de cobertura:
Catastrophic coverage (cobertura únicamente de los gastos de hospitalización imprevista)
Bronze (60 % de los gastos sanitarios)
Silver (70 % de los gastos sanitarios)
Gold (80 % de los gastos sanitarios)
Platinium (90 % de los gastos sanitarios)
Sus condiciones de cobertura y tarifas pueden compararse en una “Marketplace” oficial. Además, conviene estar muy atento a las condiciones específicas de los contratos, que a menudo prevén:
copagos (pagos obligatorios para ciertos tratamientos) ;
franquicias según el servicio (pago por servicio) ;
franquicias anuales (Maximum out of Pocket).
Otra opción es elegir un seguro médico internacional. A menudo es una solución ventajosa, ya que ofrece niveles y condiciones de cobertura que suelen ser superiores a los de los seguros estadounidenses. Pero también garantías específicas especialmente útiles para los expatriados.